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Valeria Baena

Facundo Alvanezzi, un amor trascendido de las canchas a la docencia

Un enamorado de la formación, los libros, la cultura, los lazos sociales, la buena música y claro, el fútbol como orquesta afinada que lleva a las relaciones humanas que hermanan con el maravilloso “juego de pelota”, después de una gran carrera futbolística y ahora una etapa como formador


Para él, la mejor manera de describir el futbol es como un brillante legado universal hecho juego, y es que esta pasión comenzó desde niño y hoy en día siendo un adulto joven, lo declara una pasión artesanal por tener la dicha de ser partícipe de brillantes gestas amateuristas y profesionales.


Su atracción por el futbol se fue desarrollando desde que lo jugaba, luego pasó a estudiarlo y finalmente a formarse profesionalmente, esto lo llevó a recorrer el mundo y empaparse de otras culturas, idiomas y tener una identidad distinguida por lo transitado en su pueblo natal, básicamente el juego se volvió para él una forma de educarse y educar a las nuevas generaciones.


La enseñanza y evolución cómo futbolista fue muy vertiginosa, ya que, en su etapa de despegue, se encontró sumergido en una incipiente competencia de relevancia en Europa. Y es que, si bien vivió gran parte de su carrera recorriendo diversos lugares del mundo, entre los cuales destacan Suiza e Italia, el choque cultural lo vivió notoriamente a nivel de ritmo de vida y entrenamientos, ya que la calidad en la preparación constaba de un estilo único dependiendo el lugar donde se encontrara, así como la forma de practicar y consumir el fútbol que tenía cambios evidentes.


El aprendizaje que obtuvo fue de orden metodológico, entrenamientos siempre con la pelota, rotaciones y muchos contactos en espacios reducidos, juegos posicionales, de conservación, de elevada calidad técnica y de una sustentable progresión táctica para jugar corriendo lo necesario entre tantas cosas más.


De las diferencias más notables entre las costumbres de los países se encuentran los hábitos nutricionales y cuidados personales para prolongar la carrera. En Suiza e Italia se cuida mucho al futbolista, mientras que, en Argentina, nota que se les desgasta físicamente para igualar condiciones anexas. Todo ello le sirvió de plataforma especial para la función de formador específico.


Ahora su minuciosa labor consiste en transmitir viejos valores que son los actuales: jugar con la pelota, los espacios, la amplitud, la profundidad y la calidad insuperable de cada futbolista para mejorar jugando siempre.

Facundo se considera un formador autodidacta que le rinde pleitesía a la creatividad individual y colectiva.

Esto, es en parte el bagaje de aprendizaje elaborado en tantos años qué les transmite con pasión a los futbolistas.


Asimismo, detrás de la vida de un profesional del deporte, siempre hay sacrificios que no nos cuentan ni se reflejan en las pantallas, por lo que él lo describe como un gran aprendizaje vivido, que, si bien disfrutó, también lo alejó de momentos familiares importantes más que el patear un balón. El exfutbolista cae en cuenta de lo mucho que habría disfrutado el afecto de seres queridos que hoy en día ya no están y lo lleva a sentir “un profundo pendiente sin remedio”.


A pesar de esto, uno pensaría que el objetivo final y de importancia es lograr las metas profesionales, las cuales alcanzó; también piensa que uno cuando sueña no dimensiona con profundidad, para entender esto, citó a Eduardo Galeano para expresar el sentimiento de la utopía, al irse acercando y alejando del horizonte que se presentaba, redescubrió día a día que las metas son fecundas y de largo alcance. Hoy objetivamente hablando, puede decir que paulatinamente alcanzó sus metas sin imaginar tanto, recorriendo el mundo a través de una pelota.


Tras pasar por estos retos personales, el futbol siguió siendo de suma importancia en su vida y tras la inducción de su gran amigo, Damián Marco, sirvió el sueño de incursionar en una academia formativa y próximo campus de verano en Mar del Plata.


Después de la pandemia, Facundo no veía claro su destino, así que tras la invitación de su gran amigo Damián, motorizaron la academia en donde se prioriza la técnica, los juegos, la libertad, los valores y el aprendizaje para mejorar jugando.


Lo más increíble es ver a cada uno de los jóvenes jugar, asimilar y transferir los conceptos de triangulaciones en progresión, amplitud, profundidad, horizontalidad, verticalidad, utilización de espacios neutros, rotación constante de todos los futbolistas y un sin número de orientación proporcional para “jugar, jugar y jugar” cómo contenido principal.


A lo largo de su vocación, muchos retos engrandecieron su caudal intelectual y humano, lo que lo llevaron a ejercer su oficio de liderazgo sustitutivo.


Así como hoy presenta el gran desafío de entrenar hablando casi cuatro lenguas (Español, Italiano, Francés y Alemán elemental) y la diversidad de diferentes futbolistas de países distintos. Esto es un desafío transitado con mucha agitación interna porque la modalidad afectiva para entablar diálogos, eran todos disímiles. Debiendo recurrir a un bagaje socio afectivo y cultural, tuvo que aprender aceleradamente para llegar a la talla profesional.


El desempeño de las nuevas generaciones de formadores y entrenadores, están definiendo nuevos horizontes y patrones de aprendizajes sustitutivos y conductuales hacia una dirección universal en dónde todos podemos asesorar y compartir conocimientos recíprocamente.


En su opinión: “si sabemos capitalizar la matriz de quiénes son los más evolucionados y nos encolumnamos para mancomunar afinidades, el fútbol mundial gozará de una saludable fuente de información dónde todos podremos nutrirnos”.


Como entrenador, notar el talento de los jóvenes es parte de fijarse en cada uno de los detalles de sus alumnos, así que, qué tan difícil sería pensar que llegará un nuevo ganador del balón de oro, para él, sería fantástico que exista un nuevo exponente para en el futuro optimizar el legado a otros futbolistas de carreras notables, se trata de potenciar el momento actual conforme a la realidad de una temporada de excepción.


Si bien el futbol de antaño y el actual presentan un sinfín de oposiciones, las más notorias para él son que: en el pasado se le daba paso al potrero cómo arista de aprendizaje obligado, a la calle como segunda escuela insuperable y los campos de fútbol silvestres dónde la individualidad creaba sin condicionamientos y órdenes desde las márgenes periféricas en tercer lugar.


Hoy, todo es más estructurado, organizado y planificado, está demás decir que se ha robotizado al jugador y las jugadas preestablecidas donde un error condiciona al cambio y no, a volver a intentar.


Le gusta el fútbol elaborado, creativo, instintivo, superador, inmaculado, con reglas no escritas hechas de gambetas, pases, triangulaciones, posesiones y caños, de conducciones acíclicas y pausas dominantes, en fin, se describe como un aristócrata de una época que se nos fue, siempre tomando en cuenta los aprendizajes de sus maestros, entre los cuales están, por citar a los más notorios: César Menotti, Jorge Valdano, Marcelo Bielsa, Johan Cruyff, Pep Guardiola y muchos más personajes.


En otras instancias, uno de los temas más relevantes recientemente, es la fuerza que el fútbol femenil está tomando, así que me interesó preguntarle su opinión sobre esto, a él lo seduce mucho la evolución mesurada del fútbol femenino, es una excelente oportunidad para la integración de la mujer en la competencia de élite, teniendo como objetivo principal el desarrollo y crecimiento de un fútbol que ya no tiene fronteras.


Su opinión respecto al fútbol femenil es que es “bienvenido” con gran caudal de talento y expansión mundial. Facundo es de la idea de que toda expresión de deseo hecha un juego, sea apoyada y desarrollada con toda la ayuda posible, a nivel dirigencial, nacional e internacionalmente para que el fútbol femenino siga un auge prodigioso y masivo.


Dice que debemos aumentar nuestra adhesión popular hacia las mujeres y augurarles y garantizarles el sitio que se vienen ganando desde años. Apoya la noción de un fútbol de élite cada vez más profesional y respetado por toda la sociedad.


Para concluir, comentó que el legado que le gustaría dejarle a sus alumnos es un ideario maestro para que tanto los jugadores como los nuevos formadores, tomen la posta, mejoren y lo superen en la capacidad de asimilación y transferencia del conocimiento humano y deportivo, así lograría ser plenamente feliz y citando a Paulo Coelho: “cuando el alumno está listo, aparece el maestro”. Y una versión que lo mejora dice: “cuando el alumno está listo, desaparece el maestro”.


Esta es la esencia de su vida, ir desapareciendo anónimamente poco a poco.


Y aprovechando las fechas mundialistas, no podía perder la oportunidad de la pregunta, quién cree que gane entre México vs Argentina, para él, el mundial es un mosaico cultural, social y deportivo, así que debemos dejar que el fútbol se encargue de que dos países hermanados por la pasión de multitudes, le ponga y otorgue el resultado que el juego amerite.


Disfrutemos la gesta deportiva y que las dos selecciones clasifiquen y lleguen bien lejos en los de nuestro querido y valorado futbol latinoamericano.


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