Como cada mes, Netflix amplía su catálogo ofreciéndonos así la posibilidad de mirar películas de diferentes épocas y tal vez toparnos con una que otra joya que cuente la historia sobre un suceso de la realidad.
En esta ocasión dentro de sus pelis recientemente agregadas está Bohemian Rhapsody. Anunciada desde 2010 y finalmente en las pantallas en 2018, esta cinta cuenta la vida de Freddy Mercury, y a su vez narra un poco de la historia de la banda Queen.
Se debe arrancar diciendo que las actuaciones son en realidad buenas, resaltando evidentemente el protagónico a cargo de Rami Malek… o la réplica exacta de su concierto más grande: Live Aid.
Sin embargo, se podría decir que fue una película típica, una fórmula hollywoodense: un joven con un sueño desaprobado por sus padres que obtiene un éxito, pero luego conoce el precio de la fama y no aterriza sino hasta que ocurre un evento trágico. Podría reemplazarse el nombre de Mercury por el nombre de un artista más, de muchos artistas más con un comienzo fuerte y la peli seguiría funcionando.
Por otra parte, aunque evidentemente no se trata de un documental, alteraron mucho el orden de los eventos y eso de alguna forma cambió la esencia de Mercury. En la película Fredy encontró el amor, asumió su sexualidad de forma pública y tocó en el live Aid, todo en un mismo día y todo esto después de haber dejado a la banda.
Lo anterior de alguna forma creó un Freddy cuya única motivación para volver a Queen se basaba en el diagnóstico de su enfermedad, cuando no fue así realmente. Los otros integrantes de la banda también tenían proyectos como solistas, en la época del concierto, acababan de hacer una gira y fue después de este que se dio a conocer la enfermedad de Mercury. Al alterar ese orden se crea un personaje “redimido” sin necesidad alguna.
La expectativa que cargaba la cinta desde su anuncio era grande y lo difícil que fue finalmente sacarla más. Por diferencias, el primer director abandonó el proyecto, por lo que llegó Dexter Fletcher a terminar el trabajo, así que haber sacado a la luz esta cinta fue evidentemente un reto y un logro.
Si bien la película no es fiel a la historia, y tiene muchos puntos cuestionables, al final que tenga una formula típica de cierta manera es positivo; tuvo mucho más alcance y eso se vio reflejado en que por unos meses, Queen volvió a ser la banda más escuchada, esta vez en plataformas de streaming.
En conclusión, es una película cómoda y predecible, pero entretenida, con algunos detalles para analizar, pero siento que al final cumple con el objetivo de volver a hablar de Queen.
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