Hace algunos días salió a la luz una noticia acerca de un caso de clasismo y racismo en un Sonora Grill ubicado en Polanco, exactamente en la avenida Masaryk, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México.
La denuncia, como era de esperarse se hizo viral en redes sociales. Se expuso como el restaurante tiene una especie de clasificación para asignar mesas según la apariencia de los comensales, basándose en su color de piel.
Una vez salida a la luz esta situación, como una especie de bola de nieve empezaron a salir más y más denuncias y/o testimonios que sumaban credibilidad a la denuncia inicial.
Una ex empleada del establecimiento de comida aseguró por ejemplo que, desde el día 1 en el trabajo se le dio la instrucción: “Las mesas del balcón solo son para quienes cumplen los estándares, pues son las mesas que se ven desde la calle”.
El restaurante emitió un comunicado en el que niegan las acusaciones diciendo: "Sonora Grill Group negamos rotundamente cualquier práctica racista o de discriminación. A lo largo de 18 años nos hemos desarrollado como un grupo en el que impera el respeto, la inclusión, el servicio y el amor a nuestro país como pilares fundamentales"
LA GRAN CONTRADICCIÓN
Lo que se sabe acerca del caso del restaurante es que por ahora se abrirá una investigación por discriminación, pero se tiene bien claro que este caso dejó mucho para pensar acerca del clasismo y racismo en México.
Como se mencionó previamente, las denuncias se hicieron virales, y las reacciones no se hicieron esperar. Muestras de solidaridad, reflexiones… pero también ofensas y opiniones justificando los comportamientos, esto de alguna forma es como una especie de radiografía acerca de esta problemática.
Hay evidencia estadística acerca del aumento por discriminación de color de piel y el impacto de este en la vida de las personas, pero, aun así, este es un tema ante el que México prefiere ponerse la venda en los ojos.
Según información publicada por la Revista Forbes, el 44% de puestos de trabajo de apoyo en las grandes empresas está desempeñado por personas de piel oscura. Solo el 16 % de la población de piel oscura tiene estudios de educación superior.
Sometidos a estereotipos, estigmas, violencia y desigualdad, las víctimas de racismo se ven afectadas en espacios y aspectos públicos, pero también en lo más íntimo de sus vidas.
Aspiraciones a cargos menores, pagos más bajos, accesos denegados a ciertos lugares, reproches por apariencia física, entre otras cosas.
Estas situaciones negativas dejan marcadas a las personas y evidentemente esto tiene afectaciones a nivel psicológico tales como: baja autoestima, estrés, un auto concepto distorsionado, depresión etc.
Según la Emovi (encuesta de movilidad social) alrededor del 36% de la población mexicana es morena, y actualmente el 15% es indígena. Muchos mexicanos, aunque no pertenecen a estas etnias, las llevan en su sangre.
Este es un territorio con origen indígena, y eso es algo que parece que los mismos mexicanos han olvidado.
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