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Roman Camargo

Quinta ola de COVID: siguen sumando decesos tras 2 años

Actualizado: 2 sept 2022


INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA COVID

En marzo del 2019 la Organización Mundial de la Salud (en adelante OMS) lanzó una estrategia mundial contra una nueva gripa que apenas surgía. La humanidad ha vivido varias pandemias y epidemias a través de los años, así que la sociedad latinoamericana y del mundo ya tenían una percepción acerca de pandemias gracias a eventos pasados.


El descenso en la mortalidad, el incremento en la esperanza de vida, el mayor conocimiento y control sobre algunas enfermedades crónicas como el cáncer o la diabetes -por mencionar solo algunas- que se vieron favorecidas por la aparición de nuevos tratamientos, medicamentos, vacunas e intervenciones quirúrgicas menos invasivas, sirvieron para alimentar una percepción social sobre la posibilidad de erradicar las enfermedades y, con más razón, las epidemias.


La pandemia de gripe A (2009-H1N1), tuvo una baja mortalidad, causando unas 19.000 víctimas fatales y en México unos 635 muertos, durando un año.

La pandemia del COVID-19 aún no ha terminado. Datos del Financiero dicen que, hasta el martes, ha habido 63 mil 919 casos activos de COVID-19. Es decir, mientras la realización de este texto, hay personas muriendo y sufriendo contra este virus, además, de que siguen incrementando los números de pruebas, de contagios y de muertes en todas partes del mundo.


Parece que no hay un tratamiento eficaz o un medio preventivo seguro que realmente ponga un alto a este virus. Lo que se ha puesto a prueba con la pandemia es la pregunta de si la enfermedad que causa el nuevo virus tiene realmente el potencial de hacer tanto daño como para frenar el mercado global, y es que al principio eso se temía; que la economía se fuera abajo y que todo subiera de precio.

La pandemia introdujo una perspectiva social donde hubo consciencia de privilegios: quienes tuvieron los medios dinero seguro, trabajo seguro-, se convirtieron en usuarios emergentes de tecnologías de comunicación e información que han difuminado el contacto físico con sus audiencias, familias, amistades. Otros, tratando de superar su propia condición social y como pudieron según sus posibilidades.


Hasta los negocios han tenido que lidiar con nuevas formas de comprar y vender. Algo bueno que nos dejó la pandemia, es que ha crecido, aunque sea temporalmente y no sean todos, una forma de altruismo sin generosidad y sin esperar algo a cambio. Desde instituciones públicas y privadas, desde organizaciones sociales, y de manera muy notoria desde el espacio privado, se ofrecen entretenimiento y bienes culturales de todo tipo, incluso de manera gratuita.


Será interesante saber hasta qué punto las redes sociales fueron saturadas a deshoras y en tiempo de conexión, pues el encierro les cambió los hábitos a todos.


Es indudable que siga habiendo contagios y un mal control del virus que sigue dejando muertes cada día, ya han implementado varias vacunas y todavía no hay un tratamiento único y eficaz contra este virus. Sigue habiendo a este punto de contagios gente escéptica que no se ha vacunado creyendo que en lugar de ser benéfica la vacuna, les fuera a hacer algún tipo de daño adverso a su salud, prefiriendo no vacunarse.


Falta ver cómo será que evoluciona este virus, o cómo y de qué forma se erradicará si es que algún día se logra esto, y ahora con la llegada de la viruela del mono que está dejando a muchos asustados y con incertidumbre de lo que vaya a ocurrir una vez ese virus también se salga de control. Actualmente, la Ciudad de México acumula el 56% de los 252 positivos a la enfermedad.


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